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Crónica: ICMAC OSLO OPEN WUSHU KUNG FU CHAMPIONSHIP 2012

28 de septiembre de 2012. Tras un buen café y 3 horas de vuelo, nos encontrábamos con Maritt en el aeropuerto de Rygge a las 22:30 de la noche. Pocas horas nos separaban ya de la competición “Imac Oslo Open Wushu Kung Fu Championship 2012”, pues era a la mañana siguiente, 29 de septiembre, a las 8 de la mañana.

A esa hora, nos encontramos con Maritt y sus alumnos en el emplazamiento de la competición: el «Scandic Hotel Fornebu». Según nos dijeron los amables empleados del hotel, solamente llevaba abierto una semana, y la verdad es que era un lugar moderno y bien decorado a partes iguales; la arquitectura de los edificios de esa zona nos asombró particularmente.

Pachi Tang Lang Noruega: Girik, Emil y Lavy

Muchos de nosotros aún no conocíamos a Maritt y sus alumnos, por lo que fue muy agradable ver el vínculo de complicidad que existía entre ellos. Entre el desayuno y los nervios de los primeros momentos de la competición enseguida hicimos migas.

Una vez desayunados y vestidos con el uniforme de nuestra escuela entramos en la sala preparada para la competición. En ella, nos dan un tiempo para calentar, practicar y acostumbrarnos un poco al entorno. Se nos hace corto, y enseguida nos avisan de que vamos a empezar.

Pachi Tang Lang España: Jose Antonio, David, Rita y Rodrigo

La competición se estructura de la siguiente manera: por la mañana categorías de mano vacía y por la tarde categorías de armas. A la vez, también se distinguían categorías masculinas y femeninas, así como para niños de diferentes edades. Nuestra escuela Pachi Tang Lang, se dividía en dos equipos: el de Noruega y el de España.

A continuación, vídeos de los participantes Pachi Tang Lang:


Resultados en PDF de las categorías, participantes, puntuaciones y posiciones de todos los participantes.

Una vez terminada la competición, aprovechamos para hacer un poco de turismo por Oslo y buscar un lugar para cenar. Después de mucho pasear, topamos con una carpa que rezaba “Festival del cordero con col”, y como queríamos comer algo típico del lugar, allí nos paramos. Al salir de la carpa y con hambre aún, nos dirigimos a una pizzería a continuar con la cena.

Aquel fue un día muy especial, en el que compartimos alegrías e impresiones entre centros. Como siempre, Maritt se ocupó de que todo fuera perfecto, por lo que desde aquí, nos gustaría agradecerle todo lo que hizo por nosotros.

Pachi Tang Lang Norway, hasta pronto.

David Rivero